Sentir su tristeza

El siguiente fin de semana también en domingo, los volví a encontrar en el mismo lugar y a la misma hora, salí para saludarlos:
- ¿Hola señora se acuerda de mí?
- Si señor, fue usted quien le regaló unos globos y refrescos a mis hijos

Saludé a los niños y platicando con ella supe que su esposo los abandono ya hace más de un año y no saben nada de él, me platicó que tiene que dejar a Daniela y a Jorge en un internado de domingo en la tarde a viernes por la tarde noche porque en la casa que trabaja en la semana, tiene que estar de tiempo completo y a Ramiro lo deja con una amiga durante toda la semana.

Le comente: Debe ser duro no poder ver a sus hijos toda la semana, duro para usted y para ellos.
Me dijo casi con lagrimas en los ojos: Si, ellos aparentemente ya se acostumbraron pero no se crea es bien difícil, pero lo hago por ellos, tengo que sacarlos adelante no puedo permitir que les falte nada.

- Vivo en una colonia muy humilde y cada día veo a muchos niños en la calle casi abandonados por sus madres, niños que en un futuro serán pandilleros, ladrones y unos buenos para nada, y sabe yo no quiero eso para mis hijos.

Por las noches estoy estudiando mi secundaria porque quiero superarme y sacar adelante a mis hijos, quiero ganar más dinero para darles la educación que yo no tuve.