Quiero platicarle una experiencia personal. Hace un par de meses conocí un domingo por la tarde a una familia que ahora se, es una familia sin padre, estaba yo trabajando esperando a que llegaran clientes a la agencia y en la calle apareció una señora y tres niños, una niña y dos niños de 7, 5 y 2 años que por su apariencia y vestimenta se veían muy humildes. Me llamó la atención que ella llevaba unas maletas como si salieran de viaje, pero en donde esperaban no pasaban camiones que los llevaran a alguna central de camiones. Como estaba afuera les di las buenas tardes, los niños Daniela y Jorge no dejaba de jugar además noté que por el cristal de la entrada, los niños no dejaban de observar los globos que teníamos en los autos; Silvia la mamá y Ramiro en brazos, seguían parados esperando, los saludé y en la plática le pregunté a Silvia si estaban llegando de viaje que si quería que le consiguiera un taxi. Ella me agradeció y me dijo que no, que iba a llevar a sus hijos a un internado yo pensé que ellos estaban muy chicos para eso, pero no comenté nada. Me nació darles unos globos a los niños y casi corriendo porque se acercaba el camión al que se subirían les obsequie unos refrescos, Silvia no sabía cómo reaccionar fue como si no estuviera acostumbrada a que alguien fuera amable con ellos, solo atino a decirme Gracias, los ayudé a subir al camión y se fueron.
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