Trabajo 12 horas diarias y por las noches estudio para ser mejor, pero sabe lo que es verdaderamente duro me dijo, es la falta de oportunidades que tenemos las personas en nuestra condición. La gente nos rechaza, mucha gente ni nos ve, nos hacen menos incluso son groseros, el día que usted fue amable con mis hijos pensé que pretendía otra cosa, por favor discúlpeme, ahora sé que aún queda gente buena, gracias por eso. Como en esta ocasión no pasaban camiones y me comentó que solo le aceptaban a los niños hasta las seis de la tarde me ofrecí a llevarla, ya me había comentado que el internado quedaba en Ciudad Granja en la misma colonia donde está la Agencia. Los niños jugando y riendo en el carro, durante el camino me comentó Silvia que nunca se habían subido a un automóvil. Llegamos al internado, ayude a bajar las maletas y espere a que dejara a Daniela y a Jorge, ellos se despidieron de su madre y de Ramiro su hermano con los ojos húmedos, Salvia también tenía lágrimas en los ojos, me despedí de ellos y los deje.
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