Invitación al Viaje Con las manos juntas, en la tarde clara, vámonos al bosque de la sien de plata. Bajo los pinares, junto a la cañada, hay un agua limpia que hace limpia el alma. Bajaremos juntos, juntos a mirarla y a mirarnos juntos en sus ondas rápidas... Bajo el cielo de oro hay en la montaña una encina negra que hace negra el alma: Subiremos juntos a tocar sus ramas y oler el perfume de sus mieles ásperas... Otoño nos cita con un son de flautas: vamos a buscarlo por la tarde clara. La Primavera de la Aldea La primavera de la aldea bajó esta tarde a la ciudad, con su cara de niña fea y su vestido de percal. Traía nidos en las manos y le temblaba el corazón como en los últimos manzanos el trino del primer gorrión. A la ciudad la primavera trajo del campo un suave olor en las tinas de la lechera y las jarras del aguador... Lied La mañana está de fiesta porque me has besado tú y al contacto de tu boca todo el cielo se hace azul. El arroyo está cantando porque me has mirado tú y en el sol de tu mirada toda el agua se hace azul. El pinar está de luto porque me has dejado tú... y la noche está llorando, noche pálida y azul, noche azul de fin de otoño y de adiós de juventud, noche en que murió la luna, (¡noche en que me has dejado tú!) Mediodía Tener, al mediodía, abiertas las ventanas del patio iluminado que mira al comedor. Oler un olor tibio de sol y de manzanas. Decir cosas sencillas: las que inspira el amor... Beber un agua pura, y en el vaso profundo ver coincidir los ángulos de la estancia cordial. Palpar, en un durazno, la redondez del mundo. Saber que todo cambia y que todo es igual. Sentirse, (al fin!, maduro, para ver en las cosas nada más que las cosas: el pan, el sol, la miel... Ser nada más el hombre que deshoja unas rosas, y graba, con la uña, un nombre en el mantel... México Canta en la Ronda de mis Canciones México está en mis canciones, México dulce y cruel, que acendra los corazones en finas gotas de miel. Lo tuve siempre presente cuando hacía esta canción; ¡su cielo estaba en mi frente, su tierra en mi corazón! México canta en la ronda de mis canciones de amor, y en la guirnalda con la ronda la tarde trenza su flor. Lo conoceréis un día, amigos de otro país: ¡tiene un color de alegría y un acre sabor de anís! Es tan fecundo que huele como vainilla en sazón ¡y es sutil! Para que vuele basta un soplo de oración... En la duda arcana y terca, México quiere inquirir: un disco de horror lo cerca... cómo será el porvenir? ¡El porvenir! ¡No lo espera! Prefiere, mientras, cantar, que toda la vida entera es una gota en el mar; una gota pequeñita que cabe en el corazón: Dios la pone, Dios la quita... (¡Cantemos nuestra canción!) Música Oculta Como el bosque tiene tanta flor oculta, parece olorosa la luz de la luna. Como el cielo tiene tanta estrella oculta, parece mirarnos la noche de luna. Como el alma tiene su música oculta, (parece que el alma llora con la luna!... |