El cónyuge debe hacer las peticiones al otro en palabras humildes, no en demandas. Las demandas no sirven. Cuando me pongo con el cónyuge a que haga lo que yo quiero, lo convierto en un hijo o en un esclavo, más no en una persona que comparte conmigo la vida. Y muchas mujeres se sienten esclavas del marido, no mujeres que comparten su vida con otro ser. Porque él no sabe pedir, demanda. Y en las palabras de afirmación debemos saber pedir las cosas. Y si vamos a tener una relación intima, necesitamos conocer los deseos de cada uno. Y si vamos a amarnos el uno al otro, necesitamos conocer lo que él otro quiere, y pedirlo con palabras amables y humildes. Por ejemplo: es diferente decir "Recuerdo los pasteles de manzana, como me encantaron. ¿Sería posible que esta semana me hicieras unos pasteles de manzana?" a decir "¿¡Qué diablos haces, que no has hecho pasteles de manzana!? ¡Quiero pasteles de manzana!. Sin embargo, aunque se pida amablemente las cosas debe saber que en el otro puede haber una respuesta negativa, porque es otra persona, no es usted mismo.
También debemos recordar que así como a unos les gustan las palabras de afirmación, hay otros a los que no:
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Palabras de afirmación (palabras amables) |
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