Lo mismo son los regalos a la familia. Hay ocasiones especiales en que se dan regalos y son importantes. Pero en los cónyuges no es necesario esperar las ocasiones especiales, el regalo se da simplemente porque se ama, nada más porque se ama. Si su lenguaje es regalos, a usted le encanta regalar cosas. ¿A quién de ustedes le encanta regalar?; si su lenguaje es de regalos les gusta recibir regalos. ¿Cuánto hace que su esposo le dio un regalo?, parece que entré a una cueva de lobos porque escucho huuuuuuuuu. ¿Cuánto hace que su esposa le da regalos?, lo mismo. Se mataron, se destruyeron. Ni palabras de afirmación, ni tiempo de calidad, ni regalos. No la sorprendió, dice una canción: "Ella lo que quiere es que la sorprenda con un beso, con un te quiero o con una flor". La simpleza de la vida. Por ejemplo: Él llega de trabajar y usted sabe a que hora llega. Él entra a la habitación, y antes de que entre a la habitación sobre la almohada de él haga una tarjeta: "Mi amor, que sería de mi sin ti… Te amo". A ver, ¿qué pasa con el coraje que él traía? Él sale a buscarla después de esa tarjeta, si para él era el regalo de amor. Pero si no era para él, la lee y la deja ahí. Y sale para la cocina y dice: - "Sírveme de comer". Y ella pensando: "No vio la tarjeta, no vio la tarjeta, no vio la tarjeta". Le sirve de comer, ella corre a la habitación diciendo: - "Voy a la habitación a traer una cosa". Y ve que él si leyó la tarjeta y está que se la lleva el diablo. Tranquila, ese no es el lenguaje del amor de su esposo o de su esposa, no eran regalos, es otro, por lo que hay que descubrir el lenguaje que habla el otro.
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Tercer lenguaje del amor. Regalos | El lenguaje de los regalos no es para los dos