Jesús nos dio una clave perfecta para el amor a los que ya estamos heridos, cansados, agobiados, desalentados, que no encontramos ni seguridad, ni valor, ni sueños, y que no hablamos ningún lenguaje: "Amén a quienes los odian, oren por sus enemigos; y hagan por los demás, lo que quieren que hagan ellos por ustedes, "esa es la clave del amor". ¿Se puede entonces amar al esposo o esposa que ya se odia?, Jesús dice que sí. Dé lo que quiere recibir. Si él otro no sabe, si esta pobrecito, creció en una familia donde no le dieron ni una gota de amor. Y como él no sabe, hasta su tanque lo destruyó.
Se casó con la ilusión de tener una familia que llenara su tanque vacío, él necesitaba afecto, estimulación, palabras de afirmación, tiempo de calidad, regalos, toque físico. Y encontró una mujer que pasaba por lo mismo. Y los dos se destrozaron, porque en lugar de descubrir que lenguaje hablaba cada uno se hicieron daño. Y entonces para llenar su tanque vacío de amor se dijeron "Tengamos un hijo, a ver si el hijo si nos une". Y el hijo no los une, el hijo es la presa de su desgracia. Lo destruyeron, lo hundieron, lo acabaron. Otro tanque vacío. Tengo que hacer un alto en mi camino y ver qué es lo que necesito, y ser sincero con lo que necesito. Debo dialogar con mi sinceridad, sentarme en la mesa pero no pelear, no imponer las cosas.
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Descubriendo el lenguaje de mi cónyuge | Cuarto lenguaje del amor. Actos de servicio