Por su propia ideología, evitarse múltiples trámites y ceremonias, inseguridad, comodidad, etc. muchas parejas optan por la unión libre relegando al matrimonio. Ahora sobre todo los jóvenes y quienes ya han tenido malas experiencias en sus relaciones pasadas o durante alguna etapa de su vida en familia, se deciden por el amor libre; es decir vivir juntos sin estar casados bajo ninguna ley, ya que en una situación así y en caso de que la relación no funcione, en teoría, por separado cada uno seguirán su camino sin tener que dar explicación ante un juez, sin cumplir con ninguna obligación y mucho menos sin sentir culpa alguna. La idea del matrimonio para toda la vida asusta a los jóvenes, al parecer no se sienten preparados ni seguros de poder cumplir con tal compromiso; por otro lado los cambios que presentan las nuevas generaciones como por ejemplo el inicio de su vida sexual a una edad más temprana, el acceso a los métodos anticonceptivos, la postergación del matrimonio en pos de la superación personal, la independencia de la mujer y su incorporación a la vida laboral, la influencia de los modelos de vida de otras culturas, etc; son elementos que conforman un ambiente más relajado que definitivamente también influye en su vida afectiva. El vivir juntos sin ninguna "atadura" para las parejas jóvenes se presenta como una opción muy viable; entre las razones que dan es para conocerse mejor y para probar si la vida juntos funcionará. Pareciera una situación muy fácil pero ¿cuánto durará?.... El comenzar una vida de pareja bajo el concepto de unión libre muy comúnmente se toma a la ligera; la pareja comparte un espacio y responsabilidades, gustos y formas de pensar; se atraen, llevan una vida sexual activa y sienten el deseo de permanecer con el otro indefinidamente. Más allá de todas esas situaciones, la decisión de vivir juntos debería tomarse con mayor seriedad, contar con amor, preparación, planeación, gran disposición y compromiso para que la unión sea perdurable sin sentir limitaciones, las cuales supuestamente las encuentran en la ley y la religión. Finalmente la decisión es de cada persona, de cada pareja, sin embargo es importante señalar que el que puedan elegir libremente como establecer su relación no evita que la afronten con madurez. Si estamos pensado en unirnos con nuestra pareja sin saber hasta donde llegaremos y además al primer tropezón nos caemos sin podernos levantar, ninguna relación por muy libre que sea funcionará. Para quienes han vivido en unión libre durante mucho tiempo y llevan una vida de pareja y familiar con todos los derechos y obligaciones que esta involucra, un documento no hace la diferencia y probablemente vivirán asi por el resto de sus vidas; habrá otros casos en donde la pareja después de vivir un tiempo en unión libre, se decidan por el matrimonio como el paso definitivo para un enlace mucho más estrecho, más espiritual, con más garantías; ya sea en un caso o el otro lo que debe trascender es el deseo de seguir amándose, respetándose , acompañándose y comprometiéndose día a día uno con el otro; ya que estos son los factores primordiales que harán a un amor libre con o sin papel.
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