Mismo lenguaje, diferente dialecto

En cualquier lenguaje de amor los dos pueden hablar el mismo lenguaje pero diferente dialecto.

Por ejemplo llega el esposo a casa y le dice a su mujer:

-"¿Qué haces en la casa, que haces?"

La esposa tiende la cama (arreglar), lava los baños, barre la casa, lava los platos, cocina, baña a los niños y los lleva al kinder, etc. Y puede ser que para él o para ella eso no valga nada.

Y entonces cuando llegan y le preguntan a uno:

-"Padre, estoy cansado(a) no hallo que hacer, ya estoy que abandono este matrimonio. Me mato, me mato y me mato y nada de nada, de nada y de nada".

¡Ojo! que pueden hablar el mismo lenguaje pero diferente dialecto.

Por tanto, el amor es una conducta que no puede hacerte males, solo puede hacer peticiones, nada más. Porque si no, falla.

El cónyuge maduro puede oír la critica de su conducta. Y esto lo lleva a descubrir el lenguaje del amor del otro, por ejemplo:

-"No me gusta que me estés diciendo las cosas", "No me gusta que pierdas tiempo, ni que me saques al cine, ni que camines conmigo, no me gusta caminar". Estaban hablando lenguajes diferentes.

Entonces el cónyuge que tiene la capacidad de recibir la crítica puede decir con mucho gusto: ""Mi amor, dime ¿qué es lo importante para ti?, ¿qué te gustaría que yo hiciera por ti?".

Y entonces ella le puede decir:

"Me encantaría esto..."

En el servicio, la persona no puede ser un "monigote". No podemos dejar que nos utilicen, somos criaturas con emociones, pensamientos, deseos, y tenemos la capacidad de tomar decisiones y de actuar.

Hago esto porque te amo pero ¡cuidado!, porque si lo que está haciendo no me agrada, tengo que decirlo.