La importancia del toque físico en el matrimonio

Tenemos que aprender a conocer el lenguaje del amor de cada miembro de la familia y ponerlo en práctica. Para llenar ese tanque, para que no llegue vacío como nosotros llegamos, esperando que el marido nos lo llene.

Alcanzan el cielo y la tierra cuando son novios; luego se casan y caen en el infierno. Entonces se escuchan expresiones como esta: "Hay padre, no hay peor infierno que el matrimonio".

Eso es mentira, el matrimonio es la antesala del cielo; es felicidad, es amor, acción, es encuentro, es sociedad, es donde sale todo. Pero, ¿qué lenguaje hablamos?

El contacto físico es una manera de expresar el amor, sólo tocamos a quien amamos. A lo que nos produce miedo, fobia no lo podemos tocar.

En una pareja de esposos que llevaban 30 años de casados, ella tomo la decisión de abandonarlo pero antes de hacerlo fue a hablar con el padre porque sus conflictos religiosos "chocaban", ¿cómo voy abandonar a mi esposo?, sí a mi no me enseñaron eso.
Cuando estaba hablando decía: "Padre, es que no lo amo, y él no me ama".

El padre empezó a buscar por un lado y por otro hasta que llego a la raíz del mal. Ella decía "Él no permite que yo lo acaricie, en la intimidad tengo que bajar las manos, no me está permitido que lo acaricie. Porque si lo toco, soy prostituta". Y así tuvieron 8 hijos, antes resistió 30 años.

Ésta mujer mutilada en la intimidad no sabía que era ser mujer.
El padre habló con el esposo, escuchó las dos partes, unió los dos problemas y dio con el resultado.

El esposo decía "Mí papá me llevo a un prostíbulo, y yo tuve que ver con las prostitutas, por tanto, la mujer que me toque así, es prostituta".

Dense cuenta, el tanque de él fue llenado equivocadamente, su fracaso lo llevo a la mujer que destruyó.
Hablando de su familia, se descubrió que 3 de los hijos llevaban la misma enseñanza de su papá.

Tuvieron que hablar con él para quitarle el concepto que tenía. Todavía viven juntos, todavía están juntos. Ella fue a decirle al padre "Padre, la luna de miel la tuve a los 33 años de casados".

Y la mayoría de las mujeres no tienen la luna de miel cuando debe de ser, porque como no hablan el mismo lenguaje, él cree que llega, muestra su hombría y hace lo que tiene que hacer. No descubre primero las necesidades de ella. Y por eso vienen los problemas.