Señal de advertencia
No siempre vas a poder estar de acuerdo con tu pareja. Así que cuando cualquiera de los dos comience a aceptar todo sin discutir nada de lo que el otro sugiera, como qué cenarán, cómo pasarán el fin de semana o qué muebles comprarían, quizá sea una señal del problemas.
"Cualquiera de los dos que no discuta, es que ya levantó las manos en señal de rendición y ha decidido salir", opina Greer. "Y es más fácil justificar su salida cuando tus necesidades se satisfacen con alguien más si sientes que tu opinión no es valorada y que nada en la relación va a cambiar". Para encarrilar tu matrimonio nuevamente necesitas reiniciar el diálogo en casa, incluso si esto significa molestar o entablar discusiones dolorosas.
Ya se rindió completamente
Si tu esposo alcanzó la etapa de "haz lo que se te dé la gana", reconoce que nos has escuchado su punto de vista. "No trates de evitar las peleas", aconseja Greer.
Si te rendiste por completo
No deberías resignarte a la idea de que nada va a cambiar. "Cerrándote a siendo pasiva, tienes tanta culpa como él de que la relación se desmorone", afirma Greer.
Necesitas tomar acción inmediata. "Dile que quieres hablar con un consejero para saber cómo tus necesidades pueden ser incluidas en tu matrimonio. Dile "no quiero alejarme de ti"". Esta frase es clave para que el otro despierte y se de cuenta de que estás dispuesta a todo por conservarlo a tu lado.
Texto extraído de la revista GoodHousekeeping.
Año. 45 No. 10
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