La comunicación conyugal

El matrimonio te ofrece alguien para comunicarte y que te escucha como no te escucharía otra persona; es tú otro yo. La comunicación más íntima se da en el matrimonio y en varios tipos que a continuación te presentamos:

Comunicación Física: El sentirse atraído por el otro no sólo por la belleza sino el encanto, la gracia, la mirada, el trato, el estilo, la figura, la exquisitez , la forma de hablar. La belleza humana tiene algo que no puede expresarse con simples palabras.

Tu rostro es como el espejo del alma. Los ojos, que ven, que hablan, que se sorprenden, que incitan, que se entregan, y alguno podría agregar, que fusilan, son el centro geométrico y afectivo de la cara; son de los elementos que más enamoran.
Cuántas veces has oído "qué hermosa mirada", nunca "qué orejas tan bellas". ¿Cómo miras tú a tu cónyuge? ¿Qué reflejan tus ojos? El movimiento de las manos, su reposo, su forma es también una incitación a cogerlas, a amarlas.
Trasmiten calor, seguridad (a los quince años de casados, también sudor). ¿Qué transmiten tus manos?

La figura refleja la forma de conducirse, proporciona atractivo, distinción.

Con toda tu persona te comunicas, coqueteas, das tranquilidad.
Usemos todos nuestro cuerpo para comunicarnos.

Comunicación Psicológica: Con las emociones, pasiones, sentimientos, motivaciones que impulsan la vida, es decir tu modo de ser.
Qué duro es a veces comunicarnos con quién "no pasa nada", "todo esta bien".

Comunicación social y cultural: Qué importante romper la monotonía de la vida, al enriquecernos con un bagaje cultural, comentar libros, analizar una película, viajar juntos, etc.

Comunicación Espiritual: Buscar objetivos comunes que nos rebasen, que nos abran al infinito. Tener una misma fe, es la mejor manera de mantener relaciones duraderas, que nos harán salir adelante en la vida. Es el creer y amar lo mismo.

Pero "qué ruido entra a veces en nuestra vida. La televisión, cuántas veces separa a las parejas dentro de su mismo hogar. Un señor decía: "no podemos estar mi mujer, la televisión y yo en la misma habitación". Sacó entonces a su mujer.

1.- Conversación: Cada cual pone en la mesa su verdad, pretendiendo encontrar al otro, no demostrar.

2.- Diálogo: "Entiendo y comparto tu punto de vista". Hay empatía (me pongo en tus zapatos, desde tus perspectiva).
Compartimos realidades, logramos interiorizar.
Encuentra, nunca interrumpe.
Escucho para moldear mi opinión.

3.- Metálogo: (meta: más allá de...)
Una mente renuncia tanto a sí misma, que sale de sí. "Te conozco tanto, por todo lo que he escuchado. Sé quién eres y no eres lo que yo quiero que seas". Son matrimonios que se entienden incluso con la mirada.

4.- Discusión: "Quiero saber qué piensas para demostrarte lo contrario". No es sino un duelo en el que gana el más ágil, no necesariamente el que tiene la verdad. "Gano el punto sin buscar entenderte". Demuestra, interrumpe, no escucha.

5.- Conflicto Verbal: "Uso la información que conozco de ti, para hacerte daño".

"Etiqueto tus debilidades pues yo tengo la verdad". En esta dinámica, las palabras se alojan en el corazón del otro sin remedio, y se pueden llegar a lastimar aún frente de otros.

6.- Monólogo: Cree que sus opiniones son su persona. No escucha ni permite el intercambio.

¿En qué etapa de la comunicación conyugal estas con tu esposo (a)?

Recuerda que tu participación puede cambiar la dinámica de la conversación. La forma en que te escucha, puede cambiar lo que tu pareja te diga. En tus manos está hacer el cambio.

Autor: C. Morales Fuentes.

• Factores de fracaso en el matrimonio
  
• El matrimonio contra la adaptación hedónica
  
• Matrimonio