En 1860, durante el gobierno de la O'Donnell en España, González Bravo, con el apoyo del financiero Salamanca funda El Contemporáneo, dirigido por José Luis Albareda y en el que participan redactores de la talla de Juan Valera. El gran amigo de Bécquer, Rodríguez Correa, ya redactor del nuevo diario, le consiguió un puesto de redactor. En este periódico el poeta hizo de todo: crónica de salones, política y literatura hasta su desaparición en 1865; gracias a este trabajo Bécquer y su esposa pudieron mantenerse. En 1862 nació en Noviercas (Soria), su primer hijo Gregorio Gustavo Adolfo, en este lugar la familia posee bienes, entre ellos una casita para su descanso y recreo.Durante este tiempo empieza a escribir forzosamente para ganar más dinero para su familia, fruto de este intenso trabajo nacieron varias de sus Leyendas. En 1863 tuvo una grave recaída en su enfermedad, de la que se repuso pero que sin embargo lo llevó Sevilla con su familia. De esa época es el retrato hecho por su hermano que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Durante su estancia en este lugar trabajó con su hermano Valeriano, posteriormente González Bravo, amigo y mecenas de Gustavo, le nombra censor de novelas en 1864, propiciando que vuelve a Madrid, donde desempeña ese trabajo hasta 1865. En ese último año nace su segundo hijo, Jorge. En 1866 ocupa de nuevo el cargo de censor hasta 1868; este año fue muy difícil para Bécquer, por que por un lado descubre que su mujer le es infiel y por otro su libro de poemas desaparece y los disturbios revolucionarios le llevan a Toledo breve tiempo. En diciembre de ese mismo año nace en Noviercas el tercer hijo de Bécquer llamado Emilio Eusebio, surgiendo con ello su tragedia conyugal, ya que se decia que este último hijo era del amante de Casta. Ante tantos problemas en su vida , pasa una temporada en Toledo, de donde sale para Madrid a fin de dirigir La Ilustración de Madrid, que acaba de fundar Eduardo Gasset con la intención de que lo dirigiera Gustavo Adolfo y como dibujante su hermano Valeriano. El 22 de diciembre de 1870, muere Gustavo mientras en Sevilla hay un eclipse total de sol, un poco antes, en septiembre, había muerto su hermano Valeriano. Mientras Gustavo agonizaba, pidió a su amigo el poeta Ferrán que quemase sus cartas («serían mi deshonra») y que publicasen su obra («Si es posible, publicad mis versos. Tengo el presentimiento de que muerto seré más y mejor conocido que vivo»); pidió también que cuidaran de sus hijos. Las últimas palabras que dijo son "Todo mortal". Sus amigos Ferrán y Correa se pusieron inmediatamente a disposición de su familia y a preparar la edición de sus obras ompletas, la cual salió en 1871 en dos volúmenes, aumentadas en sucesivas ediciones. Los restos de los dos hermanos fueron trasladados en 1913 a Sevilla, donde actualmente reposan. Los descendientes actuales de Gustavo Adolfo Bécquer es la familia Aguirre Cabañas. |
Bécquer y el amor | Difusión de las obras de Gustavo Adolfo Bécquer