Creo que la oración no es todo, pero que todo tiene que comenzar con la oración. Porque la inteligencia humana es demasiado corta Y la voluntad del hombre demasiado débil; Porque el hombre que actúa sin Dios nunca da lo mejor de sí mismo; Porque toda actividad sin proyecto y sin mística, está condenada al fracaso. Colaboración de:Angela |