En la contraportada decía lo siguiente: "Cuando amas lo que eres, no hay cosa inconquistable ni inalcanzable. Cuando realmente te amas a ti mismo, vives solamente en la luz de tu propia risa y viajas solamente por el camino de la alegría. Cuando estás enamorado de ti mismo, entonces, esa luz, esa fuerza unificada, esa felicidad, esa alegría, ese jubiloso estado de ser, se extiende a toda la humanidad. Cuando el amor abunda dentro de tu maravilloso ser, el mundo, con todos sus desagrados, se convierte en algo hermoso, y la vida se llena de sentido y de alegría. Esta enseñanza no es un precepto religioso; es simplemente conocimiento. Es amor. Yo os amaré hasta que conozcáis a Dios y os convirtáis en el amor y el gozo del Dios que vive dentro de vosotros".
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