A diario escuchamos y leemos notas que hablan sobre que la capa de ozono tiene un enorme agujero sobre el polo sur que crece día a día; que el planeta se está recalentando, los océanos se están contaminando. Muchos ríos y lagos ya han muerto. La fauna y flora silvestre están amenazadas y numerosas especies ya se han extinguido. Tierras fértiles se están transformando en desiertos; el incontrolable crecimiento de las ciudades, gente que lucha por tener lo indispensable para vivir y mucha más que se pierde en el consumismo. Todo ello no son simples notas, son realidades que están causando la destrucción progresiva y desenfrenada de nuestro planeta tierra.
Se nos ha olvidado que el cuidado y protección de ésta debe estar en manos de quien la habita, en especial del ser humano, quien se supone tiene la suficiente capacidad para hacerlo, sin embargo ¿qué es lo que ha hecho ?, ¿acaso ha cumplido con esa responsabilidad?, pues definitivamente no, en la actualidad el hombre no se ha concientizado ni mucho menos ha trabajado lo necesario para cambiar este panorama, el cual está provocando significativos cambios en las condiciones de la naturaleza, y posiblemente en un tiempo no muy lejano, lleve a la escases y la muerte. El ser humano lejos de ayudar ha propiciado con su actuar que la destrucción siga en aumento, por ejemplo al usar el petróleo y sus derivados, con la tala inmoderada de los bosques, al contaminar las aguas de los ríos, lagos y océanos, con el crecimiento desproporcional de cuidades que ha provocado un desequilibrio con la naturaleza, etc.
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Decálogo para el cuidado del agua | Acciones para salvar a nuestra Tierra