Amo másAmar, amar, amar, amar siempre, con todo el ser y con la tierra y con el cielo, con lo claro del sol y lo oscuro del lodo: amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.Y cuando la montaña de la vida nos sea dura y larga y alta y llena de abismos, amar la inmensidad que es de amor encendida ¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos |
MíaMía: así te llamas. ¿Qué más harmonía? Mía: luz del día; mía: rosas, llamas.¡Qué aroma derramas en el alma mía si sé que me amas! ¡Oh Mía! ¡Oh Mía! Tu sexo fundiste con mi sexo fuerte, fundiendo dos bronces. Yo triste, tú triste... ¿No has de ser entonces mía hasta la muerte? |
Que el amor no admite cuerdas reflexionesSeñora, Amor es violento, y cuando nos transfigura nos enciende el pensamiento la locura.No pidas paz a mis brazos que a los tuyos tienen presos: son de guerra mis abrazos y son de incendio mis besos; y sería vano intento el tornar mi mente obscura si me enciende el pensamiento la locura. Clara está la mente mía de llamas de amor, señora, como la tienda del día o el palacio de la aurora. Y el perfume de tu ungüento te persigue mi ventura, y me enciende el pensamiento la locura. Mi gozo tu paladar rico panal conceptúa, como en el santo Cantar: Mel et lac sub lingua tua. La delicia de tu aliento en tan fino vaso apura, y me enciende el pensamiento la locura. |
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