Enamorado de un pedazo de Irlanda

Estas de visita en un lugar donde conoces a la persona más encantadora; no sabes su nombre, cuántos años tienes, su estado sentimental ni donde vive; sólo puedes recordar algunos detalles de su físico y aquella conversación que aunque pequeña, fue suficiente para quedar prendado. Recordarla y volver sentir lo que aquella vez son motivos suficientes para emprender un aventurero viaje hasta encontrarla.

Algo similar le paso a Sandy Crocker, un dentista de Kelowna, Columbia Británica quien ha viajado miles de kilómetros hasta Irlanda para encontrar a aquella pelirroja con pecas a la que vio sola una vez en un café en el condado de Clare, al oeste de Irlanda.

En el 2011, Crocker estaba de vacaciones en Irlanda, era precisamente su penúltimo día antes de dejar lo que se convertiría el escenario de una historia de amor que algunos llaman alocada.

Sandy se encontró con una joven irlandesa que le pareció "la más bonita que se puedan imaginar", pensado en preguntarle miles de cosas se detuvo ante la idea de parecerle muy atrevido, así que solo intercambió unas pocas palabras con ella, en un café en Ennistymon y luego se marchó.

Crocker recuerda: "La observé. Era una de esas personas que parecía la más generosa que se pueda conocer" pero no se lo dijo, simplemente se levantó y le preguntó por una dirección y la hora. Arrepentido dice " Si tan solo le hubiera dicho algo bonito, que era asombrosa... Podía haberme relajado".

A su regreso a casa y después de contarles la historia a otros hombres, ellos le dijeron "que se había enamorado de un pedazo de Irlanda."

Pasó el tiempo y a pesar de que Sandy conoció a muchas chicas canadienses muy lindas, ninguna se podía comparar a la joven irlandesa.

Tal fue su obsesión que hasta sus mismos amigos le hacían bromas, pues a cada chica que conocía le decían 'No es Ennistymon'".

Posteriomente Sandy conoció a una pareja irlandesa en Canadá; pensó que era una tentadora oportunidad para regresar a Irlanda y volver a ver a esa belleza pelirroja. Él les planteó su idea que nos les pareció nada descabellada, incluso le dijeron que la gente de Irlanda lo entendería y querría ayudarlo. Así que un año después, Sandy está de regreso viajando y disfrutando del paisaje, en espera de poder encontrarla.

Desde luego su búsqueda inició por el café, puso un pequeño aviso en el periódico "The Clare People" donde preguntaba si la habían visto pero hasta ahora no ha tenido suerte. En lugar de eso, se ha encontrado a sí mismo en medio de una locura mediática.

Sandy cree que "si la encontrara en este momento, se reiría de lo loco que ha sido".

La historia de un encuentro casual pero que no quedó en el olvido ha recorrido todo Irlanda y ahora está en Estados Unidos y Canadá. Hay lugares incluso en los que se hacen apuestas sobre si Sandy encontrará al amor de su vida, se casará con ella o si ya está casada.

Después de hacer un recuento de toda esta aventura, a Sandy le sorprende hasta qué punto su búsqueda de ese amor ha tocado la fibra sensible de la gente de todo el mundo. Lo han entrevistado en ABC News y ha aparecido en páginas de noticias como el Huffington Post.

El cree en la posibilidad de encontrar a su chica ideal pero a ratos piensa en lo contrario, en tal caso está contento de haberlo intentado. "Ni siquiera sé su nombre. Esa es la alegría y la naturaleza mágica de todo esto", piensa.

Noticias como esta van y vienen, en el momento causan sensación pero luego se olvidan, para Sandy no. Regresará a casa, tal vez pasen 50 años y recuerde todo esto; sin embargo, jamás se arrepentirá del par de semanas que pasó recorriendo Irlanda tratando de encontrar a la mujer más bonita y encantadora del mundo.