Esta científicamente comprobado que la climatología afecta directamente a nuestro organismo y, por lo tanto a nuestro estado de ánimo e incluso al carácter. Ante un clima nublado el ambiente luce descolorido, sin vida y nos parece menos placentero; su color gris nos contagia una sensación de tristeza y desgano que nos lleva a aislarnos y convivir menos. Ante un día de abundante lluvia tendemos a deprimirnos, sentirnos melancólicos; mientras que el frío nos paraliza, nos lleva a ensimismarnos, a meditar, a pensar en cosas tristes. En cambio, en los días calurosos nos sentimos alegres, llenos de energía, deseamos salir e interactuar más. En los países tropicales por ejemplo, el clima caluroso se presta para pasarla bien al aire libre, disfrutar de la naturaleza, del amor, de aquellas cosas que nos ayuden a elevar el espíritu. Por otro lado, la intensidad de estos efectos provocados por el clima son diferentes dependiendo del grado de susceptibilidad de cada persona, de hecho algunos estudios señalan diferencias entre hombres y mujeres. En este sentido confirman que a ellas les afectan más los cambios climáticos que a ellos. Estos marcados cambios de ánimo regulados por el clima tal vez no los notemos claramente en nosotros, pero si aquellas personas con las que convivimos más frecuentemente y sobre todo con quien tenemos una relación más estrecha, tal es el caso de la pareja, en quien nos vamos a enfocar. Es la pareja quien sufre con nuestro mal humor en un día extremadamente caluroso, siente la depresión de un día lluvioso, pero también goza de la sensación optimista que nos regala un día soleado. Y para regalarle más estados de ánimo propios de un día soleado y gratamente caluroso, debemos aprender a aprovechar cada momento y vivirlo con una actitud optimista y creativa, acompañar en vez de lamentar los cambios climáticos y tratar de estar más en armonía con la naturaleza y por su puesto con quien amamos.
Cómo lograr armonizar el clima con la pareja Agenda diversas actividades de acuerdo al estado del tiempo, como: - Los días lluviosos no tienen porque deprimirte más, proponle a tu pareja una cita con chocolate caliente y donas, asistir al cine o teatro. - En aquellos días tan fríos que te congelan hasta los huesos, bajo el abrigo de unos cobertores y echados en la cama o sofá, acompaña tu día con una taza de té, galletas y una película romántica. - Para esos días en los que no te dan ganas de salir, cocinar algún postre o un juego de mesa ayuda a distraerlos y matar el tiempo; hay variedad de juegos divertidos y picarones. - Los días soleados resultan ideales para organizar un día de campo romántico tan sólo en el jardín de la casa o algún parque. - Otra opción es aprovechar el clima y de paso desestresarse con un campamento en el patio de la casa o bien fuera de las luces y ruidos de la ciudad. Las citas en contacto con la naturaleza disipan la tensión y te permiten tener más temas de conversación. Para tal ocasión preparen la casa de campaña, sillas para acampar, vino (para la puesta de sol), bocadillos de preferencia naturales, música y películas para la computadora portátil; por la noche a la luz de las estrellas y una resplandeciente luna, una bolsa de dormir para dos bajo el calor de una fogata, ah y no olviden la cafetera para la mañana siguiente. - Ir a nadar también resulta interesante para esos días cálidos o si prefieres otra cosa en que distraerte con tu pareja, revisa la sección de entretenimiento en los diarios locales y descubre algún espectáculo al que podrían asistir, como por ejemplo puede ser un pequeño concierto o el día de baile donde se reúnen gran cantidad de parejas para moverse al ritmo del danzón, la cumbia, el cha cha cha u otro género. - Los días con un poco de viento se antojan para echar a volar pero no la imaginación sino un papalote, así como realizar una caminata tranquila en compañía de las mascotas (si es que las tienen). No permitamos que el clima nos apabulle; recibámoslo con optimismo e ingenio, nuestra pareja nos lo agradecerá.
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