En la película "Un plan para enamorarse" que a grandes rasgos se trata de una terapeuta de parejas que sin imaginarlo entre sus pacientes, se encuentra con sus propios padres a punto de divorciarse, se enfoca en hacer todo lo posible por reconciliarlos pero en el proceso descuida su propio matrimonio. En una escena la protagonista muy triste y decepcionada aparece platicando con su padre, él al saber de su matrimonio en riesgo, le da esperanzas a través de un simple pero muy elocuente ejemplo.
No recuerdo exactamente las palabras pero más o menos es así:
Posteriormente me encontré con unas palabras dichas por el Papa Francisco durante su homilía en una misa a los matrimonios. El pontífice estableció que "la perseverancia en el amor debe darse en los momentos bellos y en los momentos difíciles, cuando hay problemas con los hijos o problemas económicos". Precisó que "el verdadero amor persevera, va adelante, tratando siempre de resolver las cosas para salvar a la familia. De esa manera el hombre y la mujer se levantan cada mañana y llevan adelante la familia". Hoy en día da gusto ver esposos que a pesar de todas la adversidades se mantiene unidos, y en lugar de que esos eventos los debiliten, terminan fortalecidos.
El matrimonio es el mayor y más importante de los emprendimientos que podamos hacer en nuestra vida, y si esta formado por ese tipo de personas, con las cualidades de esas uvas, debemos asegurar su permanencia y crecimiento; para ello tenemos que contar con las armas necesarias que nos ayuden en la batalla del día a día. Confiar nuestro matrimonio a Dios es la mejor decisión que podemos tomar porque Él nos dará armas como la fortaleza, la paz y serenidad, la sabiduría y el discernimiento, la fé, la esperanza y el amor para mantenerlo vivo y unido.
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