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| Larissa e Ian jamás se imaginaron la prueba tan grande que el destino les pondría. Larissa e Ian se conocieron en la Universidad, en 2005, y durante 10 meses vivieron un intenso romance lleno de amor, sueños y muchos planes a futuro. Estaban tan seguros de que lo que sentían era amor verdadero, que planearon casarse en cuanto los dos terminaran sus estudios. Pero nunca se imaginaron lo que pasaría tan sólo unas semanas después. El 10 de septiembre de 2006, Ian sufrió un aparatoso accidente que le ocasionó un daño cerebral permanente. El joven no podía comer, ni hablar, ni moverse; sin embargo, Larissa demostró que lo que sentía era irrompible ¡y prometió casarse con él! De inmediato, la chica dejó la casa de sus padres y se mudó a la de los papás de su novio, para ayudarlo a recuperarse tras el accidente: "yo sabía cómo era él antes, sabía que me quería, por eso lo hice", dijo.
Con el paso del tiempo, Larissa comenzó a ver pequeños pero significativos avances en la salud de Ian, por lo que decidió solicitar a un juez el permiso para casarse, quien se los otorgó de inmediato al darse cuenta del gran amor que la pareja se tenía. Finalmente, y pese a todo, los jóvenes cumplieron su sueño y ante familiares y amigos, se juraron amor eterno. Incluso, pese a sus limitaciones, Ian estaba feliz y no dejaba de admirar a esa mujer que tanto amor le había demostrado.
Hoy, Larissa trabaja y se dedica a cuidar a su esposo, con la esperanza de que día a día logre recuperarse por completo. Y al preguntarle por qué decidió cumplir su promesa de quedarse con Ian, ella responde sin dudarlo: "es muy simple... ¡nos queremos!" |
