Recientemente en nuestro país, se ha designado al primer domingo de marzo de cada año como el día de la familia, en amor.com.mx queremos extender esta celebración, que marzo sea para nosotros el mes de la familia, por eso hemos preparado el siguiente artículo, esperando que te deje algo valioso para reflexionar y poner en práctica. Es una triste realidad que las familias actuales estan tan saturadas con el trabajo, la escuela y otras tantas actividades que ya no tienen tiempo de platicar, convivir y mucho menos para darse amor. Es esencial entonces recomenzar para formar a nuestros hijos en la afectividad y así ayudarlos a desarrollar su capacidad de amar. No olvidemos que el amor se transmite principalmente en el hogar.
La capacidad de amar es resultado del desarrollo afectivo que ha tenido el ser humano durante sus primeros años de su vida, mediante un proceso continuo y secuencial que pasa por la infancia, adolescencia y se posterga hasta la madurez y vejez. El amor en la familia no es algo que se tenga que dar porque si, este sentimiento tiene dos cometidos fundamentales: 1. Enseñar el amor, aprender a amar, cuidarlo, comunicarlo, así como proyectarlo a la sociedad: es en el seno familiar donde se deben cultivar los valores del ser humano, enseñarlo a pensar, a profundizar, a reflexionar, hacerle ver y sentir que el respeto es el guardián del amor, así como la honradez, la generosidad, la responsabilidad, el amor al trabajo, la gratitud, etc. Es ahí en la familia, donde nos invitan a ser creativos en el cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón, para poder contribuir y abrirnos a la sociedad preparados e íntegros. 2. El amor les ayuda a cada uno de sus miembros, especialmente a los hijos, a que desarrollen todas sus potencialidades para que logren alcanzar lo más cerca posible sus objetivos en la vida: la psicología afirma que el afecto estimula el aprendizaje y desarrolla la inteligencia gracias a la sensación de seguridad y confianza que otorga y que se desarrolla lentamente a través de la infancia, la niñez y la adolescencia.
Para amar a nuestra familia es necesario atender varios puntos: Amor a uno mismo: el aprender primero a amarse uno mismo, es el punto de partida para dar amor a los demás .Esto es parte de un ciclo, ya que si tus padres te amaron y enseñaron a amar, te será más fácil después extenderlo a tu futura familia. Pero sin pretenderlo, en tu hogar hubo un ambiente de desapego y egoísmo, de rigidez, anarquía, pereza, de ostentación, etc. será un poco más complicado pero no imposible que puedas abrirte al amor, ya que el crecimiento y la vivencias que vayas adquiriendo a lo largo de toda tu vida, te puede ayudar a tener una visión diferente sobre este sentimiento y su forma de expresarlo. Amor conyugal: el amor conyugal es un modelo de amor para los hijos que les hace creer y crecer . El amor mutuo de los esposos, se pone como modelo y norma de como debe ser las relaciones entre hermanos y hermanas y entre las diversas generaciones que conviven en la familia. Recuerde que se educa con el ejemplo. Conoce a tu familia: el que ama conoce bien a la persona amada, pero no sólo en su apariencia sino también en su interior, conoce "su posible", "aquello que puede" llegar a ser y más aún, le ayuda a lograrlo, a que desarrolle todas las potencialidades que tiene y que muchas veces ignora. Confia en tu familia: la persona que está en el continuo proceso de formación, es un ser con cierta dosis de inseguridad. Sin embargo el que se sienta amado le da una fuerza que incrementa su seguridad. Por lo tanto hay que tenerle confianza a las personas queridas ya que no sólo es de gran ayuda, sino en muchas ocasiones "vital". Infunda confianza en tu pareja e hijos, ayudándoles a que descubran y desarrollen sus cualidades, limitaciones y defectos; animándoles y aplaudiendo sus logros por muy pequeños que sean, ayudándoles a que descubran a dónde pueden llevarles sus inclinaciones si no las dominan y sobre todo, haciéndoles sentir tu cariño. Para esto necesitas no sólo paciencia, sino también tiempo. Exige a tu familia: el exigir es un ingrediente esencial del amor. Amar a los hijos no significa evitarles todo sufrimiento, amar es buscar el bien para el ser amado en última instancia y no la complacencia momentánea. Es posible que algunas veces por amor a tu hijo le estes generando una frustración pasajera, pero que en realidad lo estará preparando para un futuro más grande. Por lo tanto el amor necesita disciplina.
Tal vez para muchos le suene idealista todo este artículo, sin embargo creemos que no se pierde nada con intertarlo y a cambio puede ganarse más mucho más de lo que se imaginan.¡ Adelante!, intenta demostrale más amor a tu familia, pero no uno superfluo y lleno de materialismo; ah, pero antes y para ello:
* Debes ser conciente de lo esencial que es este valor.
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