Cada dinámica de pareja es completamente distinta. El carácter, la personalidad, los hábitos y la madurez de ambos, son factores que influyen en la forma de relacionarse y sobre todo en la estabilidad y la funcionalidad de ésta. Desde relaciones llevadas por la pasión y el drama, a aquellas donde reina la tranquilidad y la visión de un futuro juntos. ¿Con cuál te identificas? Continúa leyendo y entérate.
Los 4 tipos de parejasNo existen dos relaciones iguales. A lo largo de su vida, una misma persona puede experimentar experiencias contrastantes en cuanto a relaciones sentimentales se refiere. Algunas son más proclives al fracaso, mientras que otras tienen mayor probabilidad de ser duraderas. La clave de ello muchas veces radica en la compatibilidad y en la forma en la que ambos deciden afrontar el día a día. Basándose en este dilema, los científicos de la Universidad de Illinois en Estados Unidos decidieron analizar los roles en pareja y los patrones que surgen a partir de ello. Durante nueve meses, estudiaron a 376 parejas de jóvenes veinteañeros, a las que le pidieron llevar un diario de su relación, además de confesar cuestiones como conflictos, nivel de compromiso y la imagen que se tenía de su compañero (a). ¿Cuál fue el resultado? 4 clases de pareja donde todas y cada una podía clasificarse y predecir las probabilidades sobre el futuro de la relación:
Drama noche y día
Este tipo de pareja se caracteriza principalmente por la abundancia de discusiones y altibajos constantes. No suelen pasar mucho tiempo juntos, su nivel de compromiso varía frecuentemente y las decisiones que toman se basan en los sucesos negativos que han ocurrido en el pasado, o en la vida fuera de la relación, y que al final los llevará a una separación. Se trata del tipo de pareja más difícil, pues abundan los comportamientos impulsivos y egoístas, lo que resulta desgastante. De hecho, en esta clasificación, las posibilidades de terminar son más altas comparadas con las del resto.
Unidos socialmente
El mundo exterior y las salidas grupales son aspectos que definen este tipo de parejas, que, según los académicos, proporcionan estabilidad y altos niveles de satisfacción a ambos. Asimismo, su comunicación se desarrolla en gran parte a través de las redes sociales, pues además de fortalecer el vínculo entre ambos, les ayuda a tomar decisiones sobre su compromiso. Comparten amistades, salen de fiesta juntos y su cercanía es alta. Al ser una relación centrada en la amistad, dos tercios de las parejas estudiadas en el experimento se casaron.
Donde reina el conflicto
Las peleas son una contante en este tipo de relación, pero a diferencia de la pareja dramática, no se separan, sino que tienen reconciliaciones apasionadas. Se trata de una dinámica muy intensa en la que el nivel de emociones varía todo el tiempo: un día pueden pensar en casarse y al otro, en terminar con la relación. Si llegan a separarse sólo es para extrañarse y nuevamente volver a empezar. Debido a esto pueden durar muchos años juntos, pero siempre prevalecerán las dudas ante el futuro, sin muchas posibilidades de éxito. Al final, este tipo de relaciones implica dolor y desgaste.
El uno para el otro
De acuerdo con el estudio, ésta es la pareja con mayores posibilidades de mantenerse unida y llevar una relación sana. Su principal rasgo es que se concentran e involucran el uno en el otro, por lo que los niveles de compromiso y atención son altos. Pasan mucho tiempo juntos, se procuran, comparten hobbies e intereses en común y sus planes para el futuro coinciden. Son personas que analizan la situación para tomar las mejores decisiones y a la hora de los conflictos, buscan llegar a un acuerdo. Esta clase de pareja es una de las más satisfactorias y más propensas a contraer matrimonios duraderos. Fuentes:
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