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El amor es el motor de la vida humana

Actualmente, muchas personas se preocupan más por las cosas materiales que por las eternas, y pareciera incluso que las primeras tienen primacía sobre las segundas. Ante esto, hay que recordar que el ser humano ha empezado a perder el sentido profundo de la vida y de sí mismo.

amor, motor de la vida

Hace falta poner especial atención a cada momento que se vive, sin descuidar un solo detalle de nuestro quehacer cotidiano, pues el deseo personal de trascendencia queda plasmado y realizado principalmente en las obras que se llevan a cabo, las cuales a su vez, dotan de sentido a la existencia de otros. Por eso debemos preguntarnos día con día: ¿cuál es el motor que me impulsa a hacer lo que hago? La respuesta debería ser siempre: "El amor".

El amor es indispensable para que una persona se sienta viva, y se desarrolle conforme a la verdad, tanto de manera individual como comunitaria. El amor es el medio idóneo para crear una sociedad justa, solidaria y pacífica. Si cada quien realizara su deber teniendo como principio este gran valor, la visión colectiva tendría un matiz diferente, movido a la búsqueda del bien común y a la plena realización de todos. Nada se pierde de lo que se hace en el amor.

En Jesús tenemos el modelo perfecto de hombre terrenal, y Él mismo nos ha mostrado el alcance infinito que tienen los actos cargados de amor. Nos ha revelado con su ejemplo un modo siempre nuevo de vivir con autenticidad, teniendo presente el ideal de la vida eterna, misma que se puede alcanzar amando en cada instante, dándolo todo sin miedo a perder. Dando incluso, si el deber lo exige, la vida misma, a imitación de Jesucristo, que nos reveló el poder ilimitado del amor en su más alta expresión: dar la vida por los demás.

Sin importar la tarea específica que se realice, se tiene siempre la posibilidad de participar en la mejora del planeta y la promoción de la dignidad humana. Si estas actividades están impregnadas del amor cristiano, darán mucho fruto; de lo contrario, serán sólo un trabajo social o humanitario pasajero.

El amor trasciende. Es momento de hacer una verdadera diferencia, de dejar "huella" en este mundo.

Es preciso también recordar que lo que cuentan no son las cantidades de las obras que se realizan, sino la intensidad del amor que ponemos en cada acción. En ello se encuentra el secreto de la felicidad. No olvidemos que su fuerza nos da la capacidad de llegar más allá de lo que marcan los líimites de nuestra propia naturaleza, impulsándonos a realizar lo que parece imposible. El amor es la diferencia, pues convierte al cobarde en valiente; a un ser humano común, en un verdadero héroe.

amor a los demás

Es, por tanto, el motor que mueve la vida humana, proyectándola hacia su auténtico fin: Dios mismo, de manera que el hombre, creado por amor y para amar, encuentra su crecimiento y plenitud en la medida en que ama. Con razón San Agustín asegura: "Ama, y haz lo que quieras", pues el amor excluye el mal.

Autor: Salomé Andrés Ortiz. Misionero Servidor de la Palabra.
Fuente: Revista Inquietud Nueva.
Año XXXI, Nº. 183.


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