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Habilidades de una pareja sólida

rafael santandreu

Leyendo un interesante y 100% recomendable libro del famoso psicólogo español Rafael Santandreu titulado "Nada es tan terrible", me encontré con un capítulo dedicado a como tener una relación de pareja ideal.

Basado en su amplia experiencia Santandreu nos propone cuatro habilidades a desarrollar y que ayudan a mantener viva durante muchos años una relación de pareja, pongamos atención.

El verdadero encuentro entre dos personas no se da el día en que se conocen o en el momento en que se enamoran, sino después, cuando aprenden a entregarse.

Habilidades que todos podemos aprender

  • Forjar la unión resolviendo problemas.
  • Mantener encendido el núcleo afectivo.
  • Formar una unión multiproveedora.
  • Dejar de ser "opinionated".

Forjar la unión resolviendo problemas

forjar la unión resolviendo problemas

Se trata de darse cuenta de que cualquier relación íntima (de amigos o de pareja) requiere conocerse bien. Y sólo conocemos a alguien después de haber tenido un desencuentro.

Esto es así porque en toda relación en la que se da una convivencia, en la que se hacen cosas juntos, hay desencuentros, problemas, desacuerdos, entuertos; ¡es imposible evitarlos por completo! y la calidad de una relación viene marcada precisamente por lo bien o lo mal que la resolvemos.

Es más yo diría que cada desencuentro resuelto nos une más como pareja: nos conocemos más, hemos llegado a más acuerdos, nuestro roce es cada vez más intenso y hermoso.

Por lo tanto, cada vez que tengamos un problema de pareja pensemos que se trata de un stage más de la relación, de una oportunidad única de intimar, de amarse en profundidad. Se trata de una aventura protagonizada por los dos, de un viaje maravilloso que nos abrirá a un paisaje relacional nuevo; mucho más colorido y frondoso. El amor profundo y maduro se abre ante nosotros.

Mantener el núcleo afectivo

mantener el núcleo afectivo

Es la sensación de apoyo, interés y cariño incondicional que sientes los miembros de una pareja.

El núcleo afectivo ardiente proporciona lo que los investigadores del desarrollo infantil denominan "apego", una situación única de seguridad, bienestar y goce en la interacción. De niños, lo desarrollamos de manera natural por nuestra madre. De adultos, por una persona que personifique amor y apoyo incondicional.

En una pareja de larga duración, el núcleo afectivo viene expresado por el amor que los dos miembros se dan mutuamente al final del día.

Lo más importante en una pareja es mantener ese núcleo afectivo ardiente, intenso como el núcleo de una central atómica.

Casi todo lo que hacemos, cuando tenemos un buen núcleo afectivo, es en gran parte para compartirlo con el otro. Uno es mucho más efectivo y feliz si trabaja por otra persona que por uno mismo, otorga una gran libertad y felicidad.

Es una mezcla de estabilidad y potencia que nos va a permitir desarrollar muy bien nuestra vida, nuestra felicidad.

Las malas parejas dejan enfriar el núcleo afectivo por cualquier desavenencia. Pase lo que pase, por grande que sea el desacuerdo, al llegar la noche hay que abrazarse. Independientemente de todo. Ya habrá tiempo más adelante para hablar del asunto que nos enfadó. Llegada la noche, hay que alimentar al niño interior que es todo amor.

Activemos el cariño diario, el interés y el apoyo mutuo por encima de todas las cosas: las relaciones que lo hacen así son espectacularmente sólidas.

Formar una unión multiproveedora

unión europea

El tercer pilar de una relación ideal tiene que ver con la satisfacción de los intereses de cada uno; se basa en la generosidad para la producción de prosperidad.

Un ejemplo de ello es la Unión Europea, en donde a los países menos favorecidos, se les apoya para que suban de nivel porque se entiende que su bienestar, a la larga, irá en beneficio de todos. Esto es "generosidad más allá de la justicia".

De todas las relaciones que podemos establecer los seres humanos, la más estrecha y útil puede ser la de pareja, y aquellas que no funcionan es porque se niegan a comerciar con el otro por miedo a perder. A la larga, están condenadas a empobrecerse.

Sin embargo, sería mucho mejor que ambos se enfocaran, alegres, a satisfacer las metas del otro. No les resultaría difícil si se diesen cuenta de que, bien unidos, crearían una abundancia sorprendente de recursos.

Cuando se confía en la unión multiproveedora aparecen soluciones, medios y maneras extraordinarias que resultan ser un gran apoyo.

Para crear uniones de este tipo suelo recomendar a las parejas que lo hablen, que se emplacen para darse ese tipo de apoyo, que visualicen un futuro donde encontrar satisfecha cualquier aventura que se desee emprender. La unión multiproveedora es una cuestión de visión, ilusión y alegría, ¡y funciona siempre!

Dejar de ser opinionated

dejar de tener la razón

Querer tener la razón causa muchos conflictos realmente "tontos".

El cuarto punto es algo práctico, y quizá parezca menor, pero puede evitar mucho malestar y distanciamiento en la pareja. Gracias al entrenamiento en "dejar de ser opinionated" aprenderemos a comunicarnos con corrección, elegancia y amor con la persona más importante de nuestra vida.

Y es que a casi todos nos invade a veces la absurda necesidad de tener razón, y hacemos el ridículo intentando imponernos en las conversaciones. Es importante escuchar al otro, a no querer tener razón siempre, a dejar la puerta abierta a su verdad.

Aprendamos el noble acto de conversar, de apoyarnos y darnos cariño. Querer tener razón es de necios; comprender las razones del otro es de seres adorables y cultivados.

Fuente:

Rafael Santandreu. "Nada es tan terrible", la filosofía de los más fuertes y felices. Segunda reimpresión:agosto, 2019. Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U. Travesera de Gracia, 47-49, 08021, Barcelona. Pag.:204-217.

Sitio web: rafaelsantandreu.es.


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