El hombre europeo prefiere a la mujer latina como su pareja debido a la forma de ser y pensar de las mujeres europeas; para ellas sus metas son prepararse, trabajar y destacar en el ámbito profesional; se dice son algo frívolas, poco coquetas y más prácticas, estan enfocadas en su desarrollo personal portergando el matrimonio y los hijos. Pues este perfil parece ser muy opuesto a lo que los hombres europeos buscan; ellos no quieren una mujer totalmente independiente; prefieren feminidad, dulzura y alguien que le guste la familia. Ante puntos de vista tan distintos y con el fin de conseguir una pareja con esas características, hombres europeos de mediana edad, casi siempre abogados, arquitectos y agricultores, con un interés real en sacar adelante una relación; se anuncian en las agencias matrimoniales encontrándose con el prototipo de la mujer latina, a quien sus orígenes y cultura la han convertido en la candidata perfecta. Fieles, dulces, hacendosas, al cuidado de los hijos y el esposo es lo que sabemos hacer bien aquí; pero además esa mezcla entre profesionalismo, inteligencia, sensualidad y ternura es un dialecto que a más de uno enloquece. La apariencia en general hacen de las latinas un símbolo de mujer muy buscado y apreciado por los europeos, son la Venus del continente Americano, desde la brasileñas hasta las mexicanas pasando por la venzolanas, colombianas, bolivianas, ecuatorianas; cada una representando eficazmente su cultura, creencias y belleza latina, lo que las ubica sin duda alguna entre las más bellas del mundo. En la balanza
Parece ser pues que las virtudes de la mujer latina la posicionan a la cabeza en la lista de mejor pareja para los europeos, pero no todo es color de rosa, muchas veces ellas salen de su país para desempeñar un rol muy cococido y practicado que además les permite escapar de la actitud machista del hombre, sin embargo llegan a enfrentarse a una sociedad extranjera con estructuras familiares que reproducen los mismos modelos a los que buscaron escapar. Hay quienes inlcuso podrían ganarse muy bien la vida en sus países de origen, pero la idea de considerar que las relaciones de parejas son más igualitarias y respetuosas que en sus propios países provoca que emigren; lamentablemente en ocasiones se enfrentan a una situación distinta, donde los futuros maridos esperan un comportamiento más sumiso y menos emancipado que el de las féminas de su país. En cuanto al amor, según revelan algunos estudios enfocados en la relaciones binacionales(latina-europeo) se deja a un segundo plano; el ir al extranjero casarse con un europeo, tener hijos y dedicarse por completo a la familia puede ser una buena opción y fácil de llevar, mientras en ello se encuentre compensación en las ventajas materiales que ofrece la vida de casada en europa. Habrá entonces quienes a pesar no sentirse enomaradas y ver suspendidos su proyectos personales prefieran tener tranquilidad y comodidad encontrándola tal vez en el extranjero, o quien por el contrario piense en su futuro y se deja llevar más por el corazón, dándose el tiempo para elegir a su media naranja sin importar donde este, en su país o fuera de el.
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