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 Resulta difícil encontrar tiempo para cultivar la relación cuando el trabajo, la familia, los amigos y los quehaceres domésticos los absorben por completo. Si encima algunas veces (o muchas veces) no se ven porque uno de los dos viaja a menudo o porque tienen diferentes horarios de trabajo, deberán esforzarse aún más por mantener viva la llama del amor a pesar de la distancia.
Antes de separarse, hablen de alguna actividad que harán juntos cuando vuelvan a verse. Puede ser algo tan sencillo como abrir una botella de vino, dar un paseo o salir a tomar un café. O algo más complejo como pedirle a un familiar o a una amiga que se quede con los niños un par de días mientras los dos se van a alguna parte. Que sea algo que los ilusione para que tengan ganas de volver a verse. Si están lejos uno del otro llámense por teléfono a diario o bastante a menudo, de preferencia a una hora que no vayan a tener interrupciones.
Por respeto, procuren ser optimistas y animadores en sus conversaciones. Hablen de los sucesos del día y de lo que piensan hacer, escúchense, oren juntos. Envíense fotos con frecuencia para que el otro pueda participar de sus vivencias. Manténganse en contacto por medio de mensajes de texto o de correo electrónico. Díganse que se quieren. Conversen sobre sus planes y tomen juntos las decisiones que afecten a ambos.
Y lo más importante es que cada uno tenga presente al otro en sus oraciones cotidianas. Díganme lo que desean. Cuéntenme lo que les preocupa. Indíquenme exactamente cómo esperan que cuide de su pareja en su ausencia. Yo me pondré en acción y concertaré las circunstancias para responder a sus oraciones de la manera que sé más les conviene. Fuente: |
